La pequeña lámpara de la mesilla iluminaba la habitación con una luz cálida y suave. Al salir del baño anexo, M se sintió orgullosa por lo bien hecha que estaba la cama de matrimonio. No había una sola arruga ni en la colcha de piqué, ni en las sábanas bordadas. Casi lamentaba deshacerla para acostarse, pero sabía que para ordenar y limpiar, primero hay que desordenar y ensuciar.
Se acercó a la cama y apartó con delicadeza las telas para deslizarse entre ellas. El olor a detergente, el frescor y la comodidad, consiguieron que sus finos labios formaran una sonrisa, enseñando parte de su dentadura perfecta. Era el mejor momento del día, en el que se sentía feliz consigo misma.
Tenía una vida sencilla, como también lo era su aspecto. Ni muy alta, ni muy baja, pelo corto castaño, ojos marrones, rasgos comunes. Su constitución era robusta y eso era una suerte. La fuerza que esto le confería la había salvado de muchos aprietos.
Era muy afortunada, poca gente puede decir que trabaja en lo que le gusta. Ella lo hacía. A sus cuarenta y tres años se alegraba de formar parte del personal de limpieza del centro comercial más grande de la provincia.
No se había casado aunque estuvo a punto. Llegado el momento, al pensarlo con frialdad, eligió no sacrificar aquello con lo que verdaderamente disfrutaba. Determinados pasatiempos exigen una intimidad y una discreción absoluta. Ahora, su entorno se limitaba a su familia y a los pocos amigos que conservaba desde su juventud. Todos los demás eran extraños que no le interesaban, o que le interesaban para otros fines, como había sucedido aquel día.
Extendió el brazo para apagar la luz y algo llamó su atención. En su cuidada mano, la uña del anular conservaba un poco de sangre seca. Supuso que había sido al quitarse los guantes y dejó la cama para ir a lavárselas de nuevo.
Al entrar en el aseo, sus ojos fueron directos a la bañera. Varias prendas de ropa nadaban en un agua cada vez más roja.
Era una pena, por muy efectiva que fuera ella, a menudo la sangre le ganaba la batalla. Los pantalones le daban lo mismo pero le gustaba aquella camisa. De no depender del oportunismo y de lo que el destino le pone a cada uno en el camino, se hubiera cambiado de ropa para ocuparse del confiado y entusiasta vendedor de seguros. Diferentes puntos de vista, aunque había sido sincera: ella también estaba interesada en entretenerse con su cuerpo.
Porque si te encanta limpiar, no hay mayor reto que ocuparse del escenario de un crimen.
Nota: Si alguien sabe a quién va dedicado este relato… ¡Qué no lo diga!.
Bon dia tingui, Mss Nesa…
…NI PUTA IDEA, ahora bien, aunque todavía he de pasar por la cantina a por el carajillo de las 9:00 a.m, y si bien es cierto que ya me he zampado media cafetera en casita, también le diré que ya se pasó el efecto de ese 1/2 de cafetera (casi) y no ando demasiado despierto…
…O sea, LA MUJER ESTA SE HA CARGADO AL DEL SEGURO? O HA LIMPIADO LA ESCENA DE UN CRIMEN?? Pero en cualquier caso, CÓMO ES QUE SE ACUESTA TAN SONRIENTE??? ummmmmm…a malvado orco (a) me suena más bien, jajajajaja…
…Vaaaa, quien es, venga, QUIÉN ES LA PROTA DEL RELATO, VAAAAAAAA, QUIÉN ES?????
Un besazo
jajajaja Valaf, buen día para ti también. Yo tampoco ando muy espabilada a golpe de lunes jeje
Y si, la mujer esta se ha cargado al vendedor y se acuesta sin remordimientos. Cada uno tiene sus aficiones XD.
Sobre la identidad… me la llevaré a la tumba jajaja ya sea por causas naturales o porque me la encuentre.
Ahora bien, si dicha persona quiere reconocer sus secretos más oscuros…¡Que no lo haga! Supongo que la policía tendrá cosas mejores que hacer que pasar por el rincón pero quien sabe. Están desesperados. Llevan años tras sus pasos y no tienen una sola pista. La llaman: El asesino impoluto. Fíjate si es buena que ni en el sexo atinan. Esta mujer lo que hace, lo borda.
Un besazo y gracias por pasarte!
Que misterio! Muy Bueno el relato, senti lo macabro de este.
un beso!
¡Gracias Sisi! Me alegra que te haya gustado.
Un beso y gracias por pasarte.
Me encanta, me has recordado…una historia de mujeres que leí hace no demasiado.
Genial, pulcra, impasible, impecable
Besos
¡Muchas gracias, Mientrasleo!
Me alegra que te haya gustado
Besos y gracias por pasarte.
que bueno…que intriga…!!!un final de lo mas inesperado
¡Gracias, Mocauy!
Me alegra que te gustara!!
Un beso y gracias por pasarte.
Desde ahora veré de otra manera a la mujer de la limpieza,jaja
jajaja sí, que nunca se sabe!
¡Muchas gracias por pasarte y por tu comentario, Rebeca!
Besos.